Tarta De Fresas Con Nata





Hace ya varias semanas que hice esta tarta, pero no había tenido ocasión de ponerla en el blog.
Aunque parezca mentira es supersencilla, pero quizá de las más vistosas.
Madre mía... ¿A quién no le gustan las fresas con nata?.... yo todavia no conozco a nadie... y si hay alguien que por favor que no deje de probarlo... es una delicia ... uuuummmmhhh!!!!



Ingredientes:

  • Para el bizcocho:
- 4 huevos
- 120 gr. de azúcar
- 120 gr. de harina
-  5 gr. de levadura
- 1 cucharadita de aroma de vainilla


  • Para la nata:
- 1 litro de nata para montar (35% de grasa)
- 2 sobres de estabilizante de nata
- 150 gr. de azúcar glas


  • Para el almíbar:
- 100 gr. de agua
- 100 gr. de azúcar glas
- 4 o 5 fresas


  • Para el relleno:
- 500 gr. de fresas




Preparación:

  • Hacemos el bizcocho.
Para ello comenzamos calentando el horno, calor arriba y abajo, a 170º.
Batimos los huevos junto con el azúcar con la ayuda de unas varillas eléctricas.
La mezcla tiene que quedar tan espesa que, cuando dibujemos una "o" , al terminar el trazo todavía no haya desaparecido. Esto se llama "Punto Letra".




De esta forma metemos aire y el bizcocho quedará mucho más esponjoso. Es el paso más importante para que el bizcocho suba bastante.

Mezclamos en otra fuente la harina con la levadura.
La echamos en el tamizador y se la añadimos a la mezcla anterior despacito.
Lo vamos integrando con movimientos envolventes para conseguir que el aire que hemos metido a la mezcla no se baje.
Añadimos en este momento el aroma.
Preparamos el molde con mantequilla y harina para que no se nos pegue, le añadimos la mezcla y lo metemos al horno durante 45 minutos.





Nunca hay que llenar más de 3/4 partes del molde, pues al subir se nos saldría.
Pasado este tiempo lo dejamos reposar 5 minutos y dejamos enfriar sobre unas rejillas.
Si hacemos el bizcocho 24 horas antes de rellenarlo, nos resultará más fácil y nos se nos desmigará.
Os dejo el vídeo del bizcocho:


                             
                                       


  • Hacemos el almíbar.
Mezclamos en un cazo el agua junto con el azúcar, lo removemos. 
Añadimos las fresas en trocitos y lo llevamos al fuego hasta que comience a hervir. Dejamos cocer durante 5 minutos y dejamos enfriar.
Colamos el almíbar y aplastamos las fresas, que luego retiraremos,  para que salga todo el jugo. Reservamos.






  • Montamos la nata:
Para que la nata se nos monte bien, debemos de tener en cuenta que tanto el recipiente donde vamos a trabajar, como las varillas y la nata deben de estar muy frías, secas y sin nada de grasa.
Echamos los dos sobres de estabilizante, la nata y el azúcar glas y batimos a máxima velocidad.

Con el estabilizante conseguimos que la nata quede mucho más dura y tenga la consistencia apropiada para poder rellenar y decorar con la manga pastelera.
Hay que tener mucho cuidado de no batir en exceso, ya que se nos cortaría.
Si no tenemos el estabilizante de nata, hay quien lo sustituye por dos cucharadas de leche en polvo.
Yo personalmente no lo he probado, pero creo que funciona.

  • Y montamos nuestra tarta:
Preparamos las fresas lavándolas debajo del grifo, les quitamos el tallo. Las partimos en trozos pequeños y las usaremos para el relleno y para decorar.
Partimos el bizcocho en dos partes, con un cuchillo de dientes y haciendo girar solo la tarta sobre sí misma, para que el corte sea recto y limpio.
Con ayuda de una brocha empapamos el primer bizcocho con el almíbar, dejando como un centímetro todo alrededor por si nos pasamos de líquido, que la tarta lo empape.
Untamos nata. El grosor del relleno depende de cuando nos vayamos a comer la tarta. Normalmente una tarta que se utiliza después de una comida debe de ser más ligera que la que se utiliza para una merienda, que requiere que lleve más relleno.
Rellenamos con los trocitos de fresas.




Tapamos con la otra capa de bizcocho y volvemos a empapar con el almíbar.
Con parte de la nata que sobra, cubrimos todo el bizcocho, pero con una capa muy fina. Lo justo para que queden tapados todos los desniveles que puedan haber quedado, tanto por el relleno como por el bizcocho.
En la parte superior hacemos una decoración sencilla con la ayuda de una manga pastelera y una boquilla grande. 
Añadimos el resto de las fresas. 




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